La primera experiencia que iba a dar nacimiento a los Cursillos de Cristiandad tuvo lugar en Agosto del 1944 en Cala Figuera, sobre la isla de Mallorca (isla española en el mar Mediterraneo).
Basándose sobre un curso de una semana, llamado cursillo de jefes de peregrinos, que daba la Acción Católica a los que se preparaban a una peregrinación a Santiago de Compostela, el jóven Eduardo Bonnin* y un grupo de amigos elaboraron un método apuntando no a la preparación de una peregrinación sino a un cambio profundo en la vida ordinaria de los ambientes.
En el verano de 1944, animaron un primer Cursillo de tres días para sus amigos en un chalet de Cala Figuera. Repitieron la experiencia cada año, invitando particularmente a los que consideraban ser líderes naturales y reclutándolos tanto entre los "alejados de Dios y de la Iglesia" como entre los practicantes. Cada Cursillo desembocaba en la formación de pequeños grupos que se reunían luego para ayudarse mutuamente en la oración, el estudio y la acción.
Constatando los efectos evidentes de la gracia en estos grupos "cursillistas", el nuevo obispo de la isla, Mons. Juan Hervás, decidió sancionar este nuevo tipo de cursillos y tomarlo a su cargo directamente. En Enero de 1949, tuvo lugar el primer Cursillo oficialmente reconocido por las autoridades eclesiásticas. Gracias al impulso de Mons. Hervás, los Cursillos se sucedieron con un ritmo acelerado (unos treinta en su diócesis desde el primer año).
El desarrollo del MCC a sido fenomenal. Ya en 1953, ha ejambrado en América del Sur y en México y, de ahí, se extendió rápidamente en más de veinte países latinos. En 1961, empezó su expansión en las diócesis anglófonas de América del Norte. |
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El primer Cursillo en francés tuvo lugar en Trois-Rivières, QC, Canada, en 1963. Sin embargo este Cursillo no tuvo seguimiento. Es el de Sherbrooke, QC, en 1965, que organizó la primera Escuela de dirigentes y se convirtió en la fuente del Movimiento de Cursillos francófonos. |
Veinte años después de su fundación, el MCC se había esparcido en los cinco continentes. Hoy en día, Cursillo funciona en más de 60 países y un promedio de 1500 diócesis del mundo.
Agregamos que el MCC desbordó finalmente el Catolicismo. Varias comunidades protestantes tienen su propio Cursillo, especialmente los Anglicanos y los Episcopalianos que lo adoptaron integralmente. Otros, como los Metodistas, los Presbiterianos o los Luteranos, modificaron ciertos aspectos y adoptaron por ello nombres diferentes, pero siempre uno reconoce el mismo objetivo y el mismo método. También dentro de la Iglesia católica, varios Movimientos nacieron del Cursillo.
Según ciertas fuentes, el número de hombres y mujeres de razas, lenguas y comunidades cristianas variadas que han hecho esta experiencia del Cursillo de tres días, desde hace 50 años, son ¡más de cuarenta y cinco millones