Cursillos de Cristiandad > Reseña histórica > III. Un Movimiento universal
66. Se cuenta que al principio, había tantos sacerdotes para los Cursillos que podían estar hasta siete en un mismo fin de semana. Pero no siempre fue así. Un caso notable fue el de dos estudiantes que habían hecho Cursillo en Madrid, y de regreso a su país, Bolivia, en 1957, empezaron a dar Cursillos, sin esperar la formación de un equipo. Como no había ningún sacerdote, daban ellos mismos todos los rollos y meditaciones, sin omitir nada. En una diócesis, existe una tendencia peligrosa hacia Cursillos de este tipo. Don Sebastián Gayá prendió la luz roja ante esta situación. Nota en efecto que el asesor se compromete cada vez menos; no participa en ninguna reunión de preparación con el equipo, no llega sino en el último momento, junto con los candidatos, y regresa a su casa en cuanto termina la clausura, sin más preocupación por los nuevos cursillistas.