Cursillos de Cristiandad > Reseña histórica > III. Un Movimiento universal
65. El año 1962 estuvo marcado por la publicación de dos documentos controvertidos. Forteza consagra un capítulo a cada uno.
Primero fue la publicación de: «Vertebración de ideas», escrito por el grupo de reflexión de Eduardo Bonnín y que, rehusado en España, fue editado por el secretariado de México. Poco tiempo después, Don Juan Capó se apresuró de escribir un documento en el cual enumeraba no menos de 34 inexactitudes teológicas. (Sin embargo, el cardenal Suenens confesaba a Eduardo Bonnín que utilizaba ese libro como fuente de inpiración para sus prédicas).
Luego, fue el «Manual de dirigentes», que quizo ser como la réplica del primero, de parte de la diócesis de Ciudad Real, donde se encontraba Mons. Hervás. En ambos casos se trataba de publicaciones prematuras que no habían logrado un consenso. El «Manual», sobre todo, hizo mucho daño porque lo tomaron al pie de la letra. Un solo ejemplo: el caso del joven cantante Juan Pardo. Forteza, quien fue su padrino, nos cuenta lo sucedido.
«Juan Pardo, como a buen seguro sabemos todos, es uno de los cantantes y compositores de música jóven más populares de España. Coincidí con él en el Colegio La Salle de Palma, precisamente en los años posteriores a la Pastoral de Mons. Enciso, cuando no se celebraban Cursillos en la Isla. Entre tanto, formamos una reunión de grupo de la que guardo recuerdos imborrables por la transparencia humana y la profundidad de Juan. Una vez instalados en Madrid, seguimos preparando su participación en un Cursillo de Ciudad Real. La noche que debía entrar, Juan perdió el primer tren, lo que hizo que llegara quince minutos más tarde de que se hubiera iniciado el rollo preliminar. Tuve una llamada de Juan indicándome que por haber llegado un cuarto de hora tarde no lo dejaban entrar en el Cursillo. Conseguí que se pusiera al teléfono el rector a quien expliqué lo excepcional del caso. Me cortó bruscamente con el argumento de que el Manual decía que no se podía admitir a nuevos asistentes una vez iniciado el rollo preliminar, y que como ésa era una norma dictada por su Obispo, sólo se la saltaría si se lo mandaba el propio Obispo. Ambos sabíamos que Don Hervás estaba fuera de España en aquellas fechas... Como es fácil imaginar, Juan Pardo no quiso volver oír hablar de asistir a un Cursillo, y yo vi lamentablemente confirmadas con hechos nuestras críticas al juridicismo del Manual», (Forteza, pág. 163).
Es por ello que en el # 38, nuestras IFMCC insistirán con derecho sobre el hecho de dar siempre prioridad a las personas antes que al método.