Tradicionalmente, el Cursillo se da desde el jueves por la noche hasta el Domingo por la noche. Pero no es así en todo el mundo: hay lugares donde empiezan el lunes y terminan el jueves… Lo importante es que dure 72 horas, o sea tres días completos. Y un candidato no puede entrar una vez la experiencia en marcha ¿Porqué ? – Por dos razones, una psicológica y la otra teológica.
Si el Cursillo era como cualquier curso, admito que se podría estar ausente de une parte del mismo y retirar luego algún provecho. Pero no se trata precisamente de un curso; y no es tampoco como un retiro espiritual dirigido por un predicador. El Cursillo es diferente porque es una experiencia que se apoya sobre una dinámica de grupo. Después de 24 horas compartiendo en pequeños grupos, la mayoría de los participantes han alcanzado un grado de confidencia a tal punto que no es apropiado introducir a un nuevo participante. Frente a la dificultad de perder un día de salario, hubo tentativas en ciertos lugares para reducir el Cursillo a 48 horas, pero se dan cuenta que la experiencia no da los mismos resultados, y por ello, los Cursillos de dos días no deberían llamarse « Cursillos » sino llevar otro nombre para no engañar a los candidatos.
La segunda razón que vemos es más bien teológica. El Cursillo es kerigmático, o sea pretende anunciar el Misterio Pascual. Es cierto que los candidatos no solamente «oyen hablar » del misterio que está en el corazón de la fe cristiana, sino que lo «viven ». Sin darse cuenta al principio, viven una experiencia fuerte del misterio pascual de Cristo, o sea, el pasaje de las tinieblas del viernes santo a la vida nueva y la alegría del Domingo de Resurrección. Por ello, una persona que se ausentaría del primer día del Cursillo, no podría gozar tan intensamente de la luz del tercer día.
Ahora bien; con el problema de los candidatos que no pueden perder un día de trabajo, hay una alternativa que se usa en varios países del mundo: se utilizan las oportunidades de los « puentes ». Cada vez que hay un día feriado el lunes, por ejemplo, entonces, el Cursillo empieza el viérnes por la noche y termina el lunes siguiente., para tener así las 72 horas sin perder un día de trabajo. Fabuloso.