En la mayoría de las diócesis, se pide una contribución a los participantes para cubrir los gastos ocasionados por el fin de semana (albergue, comidas, documentación, etc.). Como el costo varía según esas condiciones, dicha suma difiere de una diócesis a otra.
Sin embargo, la cuestión financiera no debe nunca constituir un impedimento para vivir un Cursillo. Una persona que no puede cancelar lo pedido debería hablar con sus padrinos quienes verán la manera de ayudarle.