Reseña histórica >Un Movimiento universal
Recordamos que en los principios del Movimiento, no se aceptaban en Cursillo sino a los jóvenes muchachos. El éxito ha sido espectacular. Con los sesenta primeros Cursillos, no se registra sino un sólo candidato que no se haya convertido, por lo menos abiertamente.
El entusiasmo era tal que por dos veces por lo menos, los cursillistas esperaron que Mons. Hervás esté instalado en su auto, para luego levantarlo en brazos... hasta su residenci
Se sabe que en España, los Cursillos no se daban sino a los jóvenes primeramente, y luego, excepcionalmente a los hombres. Es en América del Sur, en Colombia, desde 1952, que se impartieron los primeros Cursillos a las mujeres, y ello, aún antes de ofrecerle a los hombres! Pero España seguirá este ejemplo gracias a la tenacidad excepcional de una mujer de Tarragona, amiga personal de Bonnín, que se llamaba Maité. Inteligente y creativa, había sido educada en Inglaterra. Cuando su marido hizo su Cursillo, empezó a hostigar a las autoridades para que la admitan ella también. Pero no se quería (por razones que ni se podría mencionar hoy en día) y también porque algunos sacerdotes pensaban que "las mujeres no tenían nada que cambiar en su vida". Cuando una delegación se presentó donde el cardinal Arriba y Castro para pedir la autorización de dar Cursillos a las mujeres, prudentemente se había dejado hablar a los hombres, sabiendo la reticencia de los eclesiásticos de entonces frente al sexo bello. Pero, finalmente, los hombres fracasando en su intento y el cardenal levantándose para significar que la reunión había terminado, Maité se le acercó rápidamente y lo tomó por el brazo: "Su Eminencia, dijo, no puede saber cuanto es insoportable tener a un santo en casa ¡y no poder compartirlo!" El cardenal los invitó a sentarse y la reunión fue un éxito. Algunos meses más tarde, en abril 1958, se daba el primer Cursillo, en España, para las mujeres.
En mayo 1966, se celebraba en Roma, la primera Ultreya Mundial. El MCC no tenía más que 17 años y ya había recorrido todos los continents. Esta Ultreya, según dice Don Sebastian Gayá en el informe que publicó después, es un hito histórico para el MCC y agrega: "Frente a la montaña de críticas e incomprensiones que habíamos sufrido, era la apoteosis del reconocimiento pontificio". El discurso de Pablo VI, interrumpido incesantemente por las ovaciones, canonizaba varias de las intuiciones del MCC: "lo fundamental cristiano", "los colores de la gracia", "el sentido de la peregrinación", "el encuentro personal con Dios y con los hermanos", etc.
El primero tuvo lugar en Roma, en 1966, con la intervención de Pablo VI. El segundo, realizado en México (en Tlaxcala), en 1970, fue un verdadero confronto de las diferentes tendancias provocando discusiones a veces penosas. Por premera vez, España se daba cuenta que no poseía más el monopolio del MCC. Finalmente, los animadores mexicanos alcanzaron a calmar los espíritus y salvaguardar la unidad publicando un texto que es el primer documento mundial del MCC. Interesa conocer el ídice de este documento para compararlo con lo que vivimos ahora, 30 años después:
Si durante el encuentro de México hubo tensiones, fue peor durante el tercer encuentro celebrado en Mallorca, en 1972. Pues, era muy ambicionso querer, en una semana, redactar un "Manual de dirigentes" que fuera aceptado por todos. Se dieron cuenta que se necesitaba tiempo para alcanzar esa meta. Y no fue sino dos años después, en 1974, que salió de la imprenta la primera edición de las Ideas Fundamentales del MCC. Pero el gran mérito de este encuentro de Mallorca fue el de lanzar la idea de este libro y de llevarlo a término..
El cuarto encuentro mundial no tendría lugar sino en 1988, en Caracas (Venezuela). Durante el EM, Eduardo tuvo el priovilegio de entrevistarse con el cardenal Pironio, delegado pontificio, y de transmitirle su inquietud de que en Cursillos, "la organización acabe con la mística". A la mañana siguiente, al iniciarse la Ultreya nacional en el estadio caraqueño donde 10,000 cursillistas cantaban en la unidad y en el entusiasmo colectivo, el cardinal hizo a un lado el protócolo y se acercó a Bonnín para decirle: "¿No lo ves? ¡Ten confianza, la organización no se comerá a la mística!" El mérito del encuentro de Caracas es haber trabajado en la reedición de las IFMCC que se publicaron, en 1990, en una edición mucho más sustanciosa que la primera.
El último Encuentro tuvo lugar, en septembre 1997, en Corea.
Como conclusión, digamos esto. El MCC es un Movimiento de conversión, es decir un Movimiento misionero. La diócesis que no trata de propagar la Buena Nueva es una diócesis que no vive más el carisma del MCC. Mientras que ahí donde los cursillistas viven a fondo su compromiso de trabajar por la conversión de sus hermanos, ahí entonces están dispuestos a ir hasta el final, hasta el final del mundo y hasta el final de su vida.
El texto anterior reproduce extractos de un manuel de 40 páginas, titulado:
"Reseña histórica del MCC :
Su génesis y su expansión, 1944-1999" por el P. Loyola Gagné, s.s.s
Se puede conseguir este manuel (en castellano) dirigéndose al Secretariado del MCFC, en Montreal, al:
decolores@qc.aira.com Ver matériel cursilliste